Siempre he sido un sintetizador de ideas o conceptos. Por supuesto que soy consciente de los riesgos que implica, porque cuando se mezcla agua con vino, ya no tiene la frescura del agua ni el sabor del vino. Con las ideas pasa lo mismo, sintetizar conceptos es un riesgo metodológico, pues se puede perder la esencia.
Pero vivimos en una época de tantas novedades, de tantas ideas en esta gran transformación, que nuestra complejidad diaria ha aumentado mucho y la solución es simplificar, con el riesgo de volvernos simplistas y sin el sabor de ambas partes.
Alvin Tofler decía hace 30 años, en su libro “La tercera ola”, que el problema del directivo sería el aumento de la complejidad.
Como directivo curioso he resumido las que entiendo son las principales líneas de conducta y evolución para el siglo XXI, las llamaremos la ética del siglo. Pero sólo lo diré y no quiero ponerme como ejemplo, porque todavía me falta mucho para cumplirlos al 100%.
– ÉTICA DE VALOR AÑADIDO. Es decir, ya sea que estés en un grupo de amigos, una familia, una empresa o un país, la temática es la misma.
Debes añadir valor a tu entorno y no sólo quitarle valor a cambio de servicios o productos. Aquellos que no aporten valor serán separados del grupo. Si la gente piensa que siempre estás pidiendo, obteniendo más de lo que entregas o beneficiándote de los demás y no agregas el valor que perciben quienes te rodean, serás excluido. Las reglas de los 10 Mandamientos religiosos son sólo los fundamentos de esta sociedad más evolucionada. El simple cumplimiento de la ley tampoco resuelve el problema, ya que la ley es la ética básica de la sociedad. Si quieres evolucionar, tienes que hacer más que eso. Aportar valor añadido a tu entorno con tu producto o servicio no es sólo un deber, es una estrategia inteligente para perdurar en el largo plazo.
– TRANSPARENCIA. Esto ya está sucediendo, con la invasión de nuestra vida cotidiana por parte de los medios de comunicación, teléfonos inteligentes que nos escuchan, incluso en Stand-by, de toda la exposición que voluntariamente, o no, hacemos en las redes sociales. Pero no me refiero a eso, si estás ocultando algo porque no puedes mostrarlo a los demás, no estás cumpliendo con la regla de transparencia. Si tienes miedo de que tu verdad salga a la luz es porque no estás siendo lo suficientemente transparente. Esto actúa como una conciencia, una autocensura que nos lleva a abrirnos cada día más. La sociedad en su conjunto avanza hacia una mayor transparencia y este siglo será diferente por ese motivo.
- EMPATÍA. El principio de Empatía nos dice que tenemos que ponernos en el lugar del otro. En momentos de tantas desigualdades manifiestas, es necesario tener Empatía y moderar comportamientos individualistas, para resaltar los comportamientos colectivos. No hablamos sólo de mejorar la tolerancia, sino de tener actitudes activas de integración. El mismo concepto se aplica a las personas que a las organizaciones y nuestro entorno. Este cubre el tema del Calentamiento Global, la Ecología y el comportamiento de las grandes o pequeñas corporaciones que tienen una responsabilidad en este tema.
Entonces Vasi que Aagregado, Ttransparencia y ELa empatía puede aplicarse a nuestra vida privada, tanto en nuestro grupo, como en nuestra empresa y en nuestro país. Si quieres ayuda con la memoria, piensa en VATE = VA + T + E.
Los próximos 10 años, con la entrada de nuevas tecnologías de forma más masiva, los directivos pasaremos por momentos de inestabilidad y cambio exponencial y necesitaremos algunos principios, que pueden parecer utópicos, pero posibles, que nos guíen hacia una mejor sociedad.
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