En 2018, Klaus Schwab, profesor, ingeniero y economista, citó la digitalización de la sanidad como la cuarta revolución industrial.

Las diversas innovaciones tecnológicas en materia de control de la información y los datos aplicados a la producción de bienes y servicios, implican tecnologías hospitalarias.

Registros electrónicos unificados, diferentes formas de seguimiento y atención sanitaria, mayor precisión en los diagnósticos, reducción de tiempo en los procesos, atención personalizada y con mayor seguridad son ejemplos de cómo la tecnología ya forma parte del día a día en las unidades sanitarias.

Para aprovechar las nuevas acciones originadas por la tecnología y aportar más valor en la atención sanitaria, se necesitan profesionales cualificados y especializados.

Además de las mejoras generadas por la revolución digital en el entorno hospitalario es importante destacar, que, en los aspectos legales, garantizará la protección de los datos de los pacientes, asegurará que sus recursos se dirijan a mejorar la atención al paciente, reducirá el coste de la atención y permitirá una mayor inversión en la atención sanitaria de la población.

La tecnología debe utilizarse para mejorar tanto dentro como fuera de los hospitales, que está vinculada a prácticamente todos los procesos.

Desde el registro del paciente en la recepción, hasta el sistema utilizado en la prescripción de medicamentos, en los procesos de la farmacia del hospital, en los procedimientos realizados a los pacientes, así como en las historias clínicas.

Interviene en la mejora continua de diversos procesos hospitalarios, ya que garantiza

  • Mejor distribución y acceso a la información sobre medicamentos y pacientes
  • Acceso más fácil entre los profesionales de la salud y los pacientes
  • Mayor seguridad y calidad de los datos
  • Más agilidad en los servicios
  • Más seguridad y menos costes en la farmacia hospitalaria
  • Más posibilidades de formación en equipo, como por ejemplo a distancia
  • Implantación de herramientas de gestión de riesgos que permitan una atención más segura.

Para todas estas mejoras es necesario educar a los profesionales de la salud y a los pacientes involucrados en el uso correcto de estas herramientas tecnológicas, además de presentar adecuadamente toda la información necesaria para cada grupo específico.

 

CONCLUSIÓN

Hay varios factores que interfieren directamente en las consecuencias de estas mejoras para las organizaciones.

Por lo tanto, es necesario:

  • Un consejo de administración muy centrado y comprometido con la calidad y la seguridad de la atención al paciente.
  • Un equipo de colaboradores y líderes competentes e implicados.
  • Un sistema de cambio estructurado.

Estos cambios, bien estructurados, permiten realizar cambios informáticos asertivos, nuevas técnicas, nuevos recursos y mejores prácticas en los distintos sectores del hospital.

Y entonces, a través de los cambios proporcionados por el uso de las tecnologías, será posible generar estrategias capaces de acabar o reducir varios errores como los relacionados con la medicación.

Las máquinas de unitarización, los dispensarios electrónicos y los armarios inteligentes son ejemplos de tecnología capaz de crear barreras para evitar errores en la cadena de medicación.

Y la frase dicha por James Reason: “tapar diferentes agujeros en el queso suizo” podría aplicarse al saber utilizar la tecnología en la sanidad.

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Farmacéutica Daniela Faria