La Logística Hospitalaria es un conjunto de actividades que involucra la gestión de insumos, materiales, equipos, medicamentos, residuos y camas en los hospitales, asegurando la disponibilidad de los recursos necesarios en el momento exacto y en la cantidad adecuada. Sus procesos son necesarios para garantizar que los insumos se almacenen correctamente y que los residuos se eliminen adecuadamente, evitando “Mudas” (o residuos, en lenguaje LEAN), retrasos e interrupciones en la atención a los pacientes. Es una combinación de ciencia y arte, que requiere tanto habilidades técnicas como creatividad y flexibilidad para afrontar situaciones impredecibles y garantizar que los pacientes reciban la mejor atención posible.
En esencia, es una actividad que debe realizarse de manera exacta y, en cierta medida, militar, bajo el aspecto de la necesidad de precisión y confiabilidad. A lo largo de toda la cadena logística podemos encontrarnos con situaciones como productos con fechas de caducidad limitadas que requieren condiciones especiales de almacenamiento; la pérdida o extravío de productos puede ocurrir en cualquier etapa de la cadena; falta de transparencia y dificultades en la trazabilidad de los productos; necesidad de responder rápidamente a situaciones de emergencia y presupuestos limitados para la compra y gestión de suministros.
Por lo tanto, es necesario comprender los procesos, establecer lineamientos y ejecutarlos buscando la máxima eficiencia en la prestación de servicios a los pacientes, generando ahorros y eliminando cambios en toda la cadena. Veremos que eliminar Mudas reduce costes, al mismo tiempo que promueve mejoras en los servicios prestados, creando un equilibrio entre la satisfacción del paciente y el uso racional de los recursos disponibles.
En este artículo presentamos inicialmente algunas tendencias aplicables al área, como la gestión de materiales e insumos, que involucran, por ejemplo, la identificación de necesidades, la definición de especificaciones técnicas, la negociación con proveedores, la planificación de compras, la recepción, el almacenamiento, el control de stock y distribución de materiales. Cada paso debe realizarse con precisión y eficiencia, garantizando la calidad del producto y la seguridad del paciente.
La gestión de residuos hospitalarios también es una preocupación constante en la logística hospitalaria. Los residuos generados en los hospitales se clasifican según su potencial de riesgo y deben segregarse, empaquetarse, transportarse y eliminarse adecuadamente, siguiendo las normas y regulaciones ambientales.
Además, incluye gestión de camas, control de stock de medicamentos y seguimiento de indicadores de desempeño. Estos procesos son esenciales para garantizar la disponibilidad de recursos y la eficiencia de los servicios prestados.
Con la evolución tecnológica, la logística hospitalaria ha sufrido importantes transformaciones. Los sistemas informatizados, la automatización y la robótica se utilizan cada vez más para optimizar los procesos y aumentar la eficiencia en la gestión de materiales, medicamentos y camas.
Importancia de la logística hospitalaria
Una de sus principales ventajas es la reducción de costes. La gestión eficiente de inventarios, por ejemplo, evita compras innecesarias o erróneas y asegura la disponibilidad de materiales y suministros necesarios en el momento adecuado, dando fe de la calidad de los servicios prestados, así como la disponibilidad de materiales y equipos adecuados evitando retrasos e interrupciones. atención al paciente. La gestión de la medicación garantiza que los medicamentos correctos estén disponibles en el momento adecuado, evitando errores de administración y garantizando la eficacia del tratamiento (relacionado con la seguridad del paciente). Una gestión adecuada de los residuos garantiza que los materiales contaminados se eliminen de forma adecuada, evitando riesgos para la salud pública.
La disponibilidad de camas adecuadas y bien equipadas proporciona calidad en los servicios prestados y evita el hacinamiento en los hospitales, que puede comprometer la calidad de la atención.
En el contexto de la salud, los cambios pueden ocurrir en diferentes puntos, como en la gestión de stocks, distribución de medicamentos y materiales, gestión de residuos, gestión de equipos, entre otros. Además, los residuos pueden tener impactos negativos en la calidad de la atención y la seguridad del paciente, lo que permite identificar puntos críticos de desperdicio e implementar medidas para reducirlo o eliminarlo. Por ejemplo, el uso de sistemas computarizados de gestión de inventarios puede permitir un control más preciso de los medicamentos y materiales necesarios, evitando compras innecesarias y vencimientos de productos. La gestión eficiente de residuos puede permitir una reducción del desperdicio de materiales y la adopción de prácticas sostenibles.
Además, puede optimizar los procesos de distribución de medicamentos y materiales, permitiendo una mayor agilidad en la entrega y evitando retrasos y pérdidas. Una gestión adecuada de los equipos puede garantizar que se utilicen de forma correcta y segura, evitando que queden inactivos o se dañen por un mal uso.
Las operaciones que no agregan valor, en general, son aquellas que no traen beneficios al paciente, como retrasos en la entrega de medicamentos y materiales, fallas en la gestión de inventarios y la falta de organización en las áreas de servicio. Estas operaciones desperdician tiempo y recursos, lo que puede afectar negativamente la calidad de la atención y la satisfacción del paciente.
Con su aplicación es posible identificar y eliminar operaciones innecesarias, permitiendo al equipo médico y a los profesionales sanitarios (Farmacéuticos y Enfermeras) centrarse en las actividades que realmente importan. Por ejemplo, una gestión eficiente del inventario puede garantizar que los medicamentos y materiales necesarios estén siempre disponibles, evitando retrasos e interrupciones en el servicio.
Además, puede optimizar el flujo de pacientes y la distribución de recursos, permitiendo una mayor agilidad y eficiencia en la atención, mediante el uso de tecnologías y sistemas de información, donde es posible monitorear y gestionar todo el proceso de atención, desde el triaje hasta el alta del paciente. .
Otra ventaja es la reducción de los costes operativos. Al eliminar las operaciones que no agregan valor, los hospitales pueden reducir su gasto en recursos y mano de obra, permitiendo que estos recursos se redirijan a actividades que aporten beneficios reales a los pacientes.
En resumen, la logística hospitalaria es un área de suma importancia para garantizar el buen funcionamiento de los hospitales y unidades sanitarias. La gestión eficiente de insumos, materiales, equipos, medicamentos, residuos y camas es un punto de atención para la reducción de costos, la calidad de los servicios prestados y la seguridad del paciente, incluyendo también el control de Muda y la mejora de la eficiencia de la gestión con la eliminación de operaciones y actividades que no no añade valor a los procesos y al hospital.
El papel del farmacéutico en la logística hospitalaria
El farmacéutico es responsable de garantizar la disponibilidad de los medicamentos necesarios para tratar a los pacientes, evaluando y asegurando su calidad, así como de proporcionar información y orientación sobre su uso adecuado a otros profesionales sanitarios y a los pacientes.
Como responsable de todos y cada uno de los medicamentos que ingresan al hospital, el farmacéutico debe comprender toda la cadena logística para garantizar que todo el proceso cumpla con los requisitos legales y gestionar el stock, lo que incluye realizar inventarios, monitorear los niveles de stock y programar el reabastecimiento de manera eficiente, asegurando la adecuada y almacenamiento seguro, con el fin de preservar su calidad y eficacia.
Debe familiarizarse con los procedimientos hospitalarios y ejercer la debida diligencia y profesionalismo en el desempeño de sus funciones. El acrónimo ASIP (Pregunta, Busca, Informa y Participa) se utiliza para ayudar al farmacéutico a minimizar los errores en la cadena de suministro de medicamentos y promover la comunicación abierta entre todas las partes, el paciente, los profesionales sanitarios y la comunidad. Como profesional calificado, cuenta con el apoyo del departamento de farmacia del hospital y es miembro del Comité de Calidad y Estandarización del hospital, cuyo propósito es asegurar que las operaciones continúen siguiendo estándares de seguridad y eficiencia, pudiendo ser solicitado para tomar decisiones en relación a el suministro seguro de medicamentos en términos del uso de medicamentos controlados. Forma parte del equipo interprofesional del hospital y asesorará a los pacientes sobre los medicamentos prescritos, y como tal, tiene el deber de garantizar que el paciente reciba la mejor calidad de atención posible, que incluye la Atención Farmacéutica.
Su objetivo final es brindar la más alta calidad de atención al paciente.
Indicación bibliográfica
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https://uni.opuspac.com/biblioteca/